
Me gusta hacer deporte, en especial mejenguear e ir al gym, recuerdo esas mejengas en el barrio que comenzaban apenas llegaba del cole como a las 2 de la tarde(uuuuuuuuu hace ya su tiempillo) en realidad casi siempre tenia problemas con mi mama porque a las 6:30 de la tarde apenas estábamos terminando y por supuesto yo no había estudiado para el examen del día siguiente, yo solo quería pasarla bien, mi mama solo quería no tener que repetir la cagada de todos los años cuando tuviera que ir a las olimpiadas en febrero. Pero una de esas jugadas me salvo la vida, ese día regresaba del cole con mi mejor amigo y antes de salir a jugar el me dijo que si lo acompañaba a Coronado centro en bicicleta, yo le dije que ya iba a empezar la mejenga y que fuéramos después, yo no tenia bici así que me tocaba ir en la barra, a medio partido llego otro compa a la cancha para decirnos que Luis tuvo un accidente. Mi amigo falleció dos días después, a la semana siguiente el hermano hizo el saque de honor. Ahora todos esos chamacos o están casados, “descasados” o en otro país, algunos hemos vuelto a reencontrarnos en el gym, ya con canas y pasaditos de ricos. Ya nuestro amigo paso a ser un recuerdo a veces difuso, pero en estos días hemos recordado viejas historias de chiquillos y bueno nos han sacado una que otro risa y mas de un suspiro...