
A votar saldré, convencido de que nada va a cambiar, desilusionado de que tal vez esa mañana con un lindo sol de febrero solo sirva para contemplar el paisaje. Porque las personas que tengo que elegir no están en una papeleta, porque ese día las personas elegibles están trabajando, luchando por sacar adelante sus vidas, familias.
Camisas multicolores, verdes, rojas, amarillas, todas mezcladas buscando que se les unan cada vez mas. Yo me pondré una blanca para ir a votar:
Para recordar a todos los que murieron victimas de la violencia sin control.
Para recordar a los que no están aquí por culpa de una imprudencia al volante.
Por los que están en cárceles fuera de Costa Rica, seducidos por el dinero “fácil” del narco.
Por los que cansados de esperar una ayuda estatal, jamás volverán a creer en promesas de campaña.
Por nuestros indígenas, tristemente recordados en épocas de inundaciones o catástrofes(incluyendo campañas electorales).
Por los adolescentes que vagan en nuestras calles, atrapados en la drogadicción.
Por el dirigente comunal, que tiene su carro “trabajando” en campaña para ganarse un puesto en la municipalidad y tirársela rico.
Por el que ese día sea presidente(a) electo(a).
Una camisa blanca jamás hará diferencia, pasara inadvertida en ese collage multicolor, pero se vale soñar, se vale tener esperanza.
Y tu camisa de que color va a ser?